jueves, 27 de septiembre de 2012

MANIFIESTO SIBARITA

Lechuga no. Ni escarola ni berro ni cosa verde que salga de la tierra. ¡Esa es comida de caballos!

Tampoco pájaros. Ellos son nacidos para mostrar el prodigio del vuelo. Salvo la perdiz. No hace cosa alguna y es mejor servida en escabeche.

Pescado sí. También frutos de mar.
Son bocado del marino.
Atracón del pirata.
Dentellada del náufrago.

Tomate por supuesto, es deleite americano.
Bartolomé de las Casas lo juzgó la manzana prohibida.
¡Sus jugos son el aplauso del diablo!

¿Y las pastas, las tortillas, las paellas?
¡Estas son comidas de tumulto!

Y todo regado con buen vino.
¡Yo quiero una flota de uvas marineras!

¿Y las papas, las cebollas, los pimientos,
librando una danza que fosforece en las cazuelas?

¿Y los pollos dorados y los patos en naranja? ¡Oh!
¿Y las cacerolas con sus mínimos conejos?
¿Y las nostálgicas vacas 
y los cerdos roncadores santificando las parrillas?

¡Que los embutidos no se duerman!
¡Son los señores de la pólvora en la guerra de las bocas!

¿Y los quesos? ¡Ah los quesos! ¡Picantes, generosos, inmortales,
embebidos en coñac y salpicados con granos de pimienta negra!

¡El queso es el pan de los héroes!

Y todo regado con buen vino.
¡Yo quiero una flota de uvas marineras!

El alcaucil es verde pero es una excepción.
¡Su corazón es el tobogán de la saliva!

También la albahaca es verde pero es la reina del aroma
y en bodas con el ajo dan goce tan alto que el paladar
es un cielo surcado por los pechos voladores
de la mujer voladora más hermosa.

¿Y la aceituna que descarozada y con morrones
hacen de la lengua una catedral?
¡Oh, aceituna, portadora del aceite bueno!

Luego el guiso.
El guiso es la comunión de todas las cosas.
El rito mayor de las fogatas.
El guiso es la peregrinación de los sabores
concentrados en la plaza mayor de cada boca.

Y todo regado con buen vino.
¡Yo quiero una flota de uvas marineras!

La cocina es la sala de ensayo del poeta.
La ocurrencia del payaso.
El tanteo del mago.
¡La cocina es el telescopio de Copérnico!

¡Ocupemos las cocinas del mundo
y hagamos la revolución de las comidas
para desterrar al hambre definitivamente
y que ni uno solo falte en esta mesa!

Y todo regado con buen vino.
¡Yo quiero una flota de uvas marineras!



HUGO TOSCADARAY

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